Esta unidad del célebre GTO pertenece a Christopher Cox, empresario americano, que tras el accidente decidió enviarlo a Maranello a que lo reconstruyeran, dada la importancia y el altísimo valor del modelo.
GTO
Tras estas míticas siglas se encuentra uno de los deportivos más valiosos y exitosos de todos los tiempos, no en vano es considerado uno de los modelos más importantes de la historia de la marca.
De hecho, aunque nunca ha sido confirmado, se le supone el modelo más caro de la historia, tras haber sido supuestamente vendido un ejemplar el pasado año por 52 millones de dólares, en una transacción privada. Además de poseer el récord de puja más alta en subasta, tras haber obtenido en Monterey este verano el precio récord de 28,5 millones de dólares.
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