La unidad que H & H Classics sacará a subasta en breve es un ejemplar de 1992, mismo año que el F40 de Coys y por tanto uno de los últimos fabricados, y como este también ha pertenecido a un único propietario desde entonces, más concretamente a Francis John Connolly, el empresario tras el fabricante de piel natural más exclusiva y la favorita de las marcas más lujosas de automóviles, como Rolls-Royce o la propia Ferrari, que lo encargó expresamente con el interior revestido en la cotizada piel de su marca, Connolly.
El modelo fue empleado principalmente por la empresa con fines promocionales, aunque también fue empleado por la familia por Europa estos años. No obstante, su kilometraje es ridículo para un modelo de esta edad, ya que cuenta en su odómetro con apenas 30.225 kilómetros, por lo que no es de extrañar que su estado sea absolutamente impecable.
No tan único
A pesar de que varios medios se han apresurado a afirmar que es el único Ferrari F40 que salió de Maranello con esta especial configuración interior, lo cierto es que no es el único en contar con asientos en piel, sí por el contrario en contar con el salpicadero forrado en el mismo y especial material, ya que el F40 de Nigel Mansell, ex campeón del Mundo de Formula 1, también contaba con asientos realizados en piel. No en vano fue uno de los detalles del propio Enzo Ferrari hacia su último piloto favorito.
El F40 de Connolly, que según H & H dispone de una condición de primera categoría, sale a la venta con una estimación que está entre los 1.1 y los 1.2 millones de dólares, entre 0.9 y 1.12 millones de euros. Por lo que parece, poco tiempo le puede durar la corona al actual Ferrari F40 más caro de la historia.
Fuente: H & H Classics Ltd
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