Aunque las conversaciones entre Nakamoto y Dorna se habían sucedido a lo largo de la temporada, parece que los últimos movimientos que ha habido en el paddock de Moto3 han terminado de romper con la poca paciencia que quedaba en la marca japonesa, que ha visto como en 2013 tanto Mahindra como especialmente KTM les ha pasado por encima a pesar de tratarse de fabricantes con menor potencial. Si a esto hecho sumamos la búsqueda desesperada de los equipos por conseguir monturas KTM oficiales para la próxima temporada o el cambio de Ambrogio Racing a motos Mahindra, la situación se torna más que complicada.
Además, esta situación escuece bastante en Honda ya que la marca de Shuhei Nakamoto fue la pionera en apostar por el cambio de 125cc a Moto3 con el fin de romper con el dominio de Aprilia y crear una nueva categoría más dispar. Sin embargo, parece que tan sólo ha cambiado la marca pero el mecanismo es lo mismo y aunque Honda se ve con fuerzas para superar a sus rivales, no quiere entrar en una guerra de costos donde tanto el material de fábrica como los sueldos de los pilotos en los equipos punteros están por encima de lo esperado e incluso por encima del dinero que se mueve en Moto2.
Sacar el talonario o cambiar normas
Está claro que Honda puede jugar al mismo juego que KTM y Mahindra, poniendo sobre la mesa un cheque en blanco, desarrollando una montura propia e incluso haciendo un equipo oficial a imagen y semejanza del que tiene en la categoría reina, lo que posiblemente les daría las victorias con los mejores pilotos. Sin embargo, Honda quiere que se limiten los costes para tener una categoría de introducción al Mundial para pilotos jóvenes y no una guerra disparatada de marcas. La cosa está caliente y Moto3 puede estallar por cualquier válvula.
Artículos recomendados