Ha sido su título más peleado pues han tenido que sufrir hasta el final. Pero Sébastien Ogier y Julien Ingrassia se han proclamado campeones del mundo de rallys por sexta vez consecutiva. Y lo han hecho después de cuajar un correcto Rally de Australia, en el que el sexto puesto les valía para hacerse con la corona mundialista. Finalmente, la pareja francesa de M-Sport acabó quinta e incluso se permitieron el lujo de marcar el mejor crono en la Power Stage.
Histórico Ogier
Se trata, por tanto, del sexto título mundialista de Sébastien Ogier en su carrera deportiva y el sexto de forma consecutiva. Un hito que solo ha conseguido otro francés, otro 'Seb', otro as del automovilismo: Sébastien Loeb. Juntos están marcando una generación dominadora y absolutista. Entre los dos se han llevado los últimos quince títulos del WRC, estableciendo una dictadura sin precedentes en el mundo de los rallys.
¿Qué le queda a Sébastien Ogier? Pues le queda regresar a Citroën el próximo año y recuperar el hueco que perdió allá por 2012, cuando los asuntos extradeportivos le apartaron de la estructura francesa. Le queda ser el segundo hombre en la historia en ganar el título del Mundial de Rallys con tres marcas diferentes -el primero fue Juha Kankkunen quien ganó con Peugeot, Lancia y Toyota-. Le queda, por qué no, intentar alcanzar a Loeb y sus nueve mundiales consecutivos. Un futuro lleno de retos pero, de momento, a disfrutar del presente y de su logro más peleado. Luchando hasta el final sabe mejor.
Fuente de las fotos: M-Sport.
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