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WRC - RALLY GALES GB 2016

Sébastien Ogier se lleva el gato al agua en Gales

El piloto de Volkswagen continúa su idilio con la prueba británica y obtiene por fin su codiciado primer triunfo sobre tierra esta temporada. Ott Tänak y las DMACK vuelven a sorprender.

Sergio Ortal

31 octubre 2016 16:50

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Sébastien Ogier se lleva el gato al agua en Gales

Duodécima y penúltima parada del Campeonato del Mundo de Rallies con motivo del legendario Gran Bretaña. Con 330 kilómetros cronometrados por delante, los peculiares caminos entre los bosques galeses recibían a los cincuenta y nueve equipos protagonistas, liderados por un Sébastien Ogier que en la anterior prueba -Cataluña- se hacía con su cuarto entorchado consecutivo y buscaba aquí la primera victoria sobre tierra del año.

Daban buena muestra de ello los primeros compases de la prueba, pues el piloto de Volkswagen lanzaba un ataque que le permitía situarse en cabeza al término del bucle matutino. Eso sí, con la oposición del estonio Ott Tänak, quien trataba de repetir la gesta de Polonia a bordo del Ford calzado con los efectivos neumáticos DMACK. Detrás de ambos, un apretado grupo de cinco pilotos en menos de diez segundos; Jari-Matti Latvala, los Citroën de Kris Meeke y Craig Breen, así como los Hyundai de Hayden Paddon y Thierry Neuville, que hacía un trompo.

Bajo control

De dicho grupo se caía Andreas Mikkelsen por problemas de transmisión en su Polo R y, al no estar permitida la asistencia, los acarrearía hasta el final de la etapa. Seguidamente, Breen sufría un vuelco que lo obligaba a abandonar cuando peleaba el podio y Latvala, un fallo en la transmisión similar al de su compañero. Al frente continuaba Ogier, autor de cinco «scratch», incrementando su ventaja hasta unos cómodos treinta y siete segundos al sufrir Tänak un pinchazo en el último tramo.

Sébastien Ogier se lleva el gato al agua en Gales

Esto dejaba a Neuville, Paddon y Meeke como los siguientes, separados por menos de seis segundos. Dani Sordo no encontraba confianza entre la densa niebla y, más perjudicado que el resto por la falta de agarre, rodaba sexto yéndose ya por encima de los dos minutos frente al tetracampeón. A sus espaldas, un Mads Østberg que parece no poder sacar más del Fiesta de M-Sport y Latvala, seguido a su vez por Stéphane Lefebvre, de vuelta tras su fuerte accidente en Alemania, y Éric Camilli.

La primera sección del sábado no marcaba grandes diferencias, con la salvedad de que Meeke se descolgaba de la lucha mantenida por Neuville y Paddon. En cambio, la siguiente era testigo de un ataque fulgurante por parte de Ott Tänak, que reducía en diez segundos su desventaja a base de mejores tiempos. Pero Seb es mucho Seb y volvía a poner las cosas en su sitio, terminando el día con un colchón de casi treinta y cuatro segundos, solo tres menos que el viernes.

Por su parte, Thierry Neuville conseguía endosar nueve a su compañero de marca y se iba a dormir con una renta de 12.6, mientras que Kris Meeke y Dani Sordo rodaban en tierra de nadie. Pese a no rodar en tiempos cabeceros, Jari-Matti Latvala conseguía recortarle nada menos que un minuto a Østberg y se situaba al acecho, sin tener ambos oposición por parte de Lefebvre y Camilli. Llegábamos así a la última jornada, que en principio se presentaba tranquila (todo lo que permiten los delicados tramos galeses).

Sin embargo, Ott Tänak no estaba dispuesto a darse por vencido y se hacía con los tres «scratch» de la mañana. De un plumazo, el líder de la prueba contaba con veinticinco segundos frente al de DMACK a falta del segundo paso por las tres especiales que componían esta última etapa. Como era de esperar, Latvala se deshacía de Østberg y de ahí en adelante, todos se centrarían en asegurar sus posiciones hasta el final del evento.

Sébastien Ogier se lleva el gato al agua en Gales

¿O no?

Salvo el estonio, que continuaba su gran ofensiva repitiendo los mejores tiempos de la mañana y logrando así el pleno. Pero como buen campeón, Ogier administraba sabiamente su ventaja y sellaba por escasos diez segundos el ansiado primer triunfo en tierra del año (cuarto sucesivo en Gales), tras haber conseguido el póker en asfalto e imponerse también en la nieve sueca. Gran campaña del francés, que sigue demostrando junto a su Volkswagen Polo estar un paso por delante del resto bajo prácticamente cualquier circunstancia. A propósito, la marca de Wolfsburgo se anotaba, como ya hiciera su piloto estrella, el cuarto Mundial de Constructores consecutivo.

Ott Tänak completaba una sensacional actuación repitiendo el segundo puesto de Polonia, acompañado además de los tres puntos extra otorgados en la Power Stage. Dos eran para Andreas Mikkelsen, que podía resarcirse ligeramente del cero obtenido en la cita anterior esperando que un milagro en Australia le devuelva el subcampeonato, ahora en manos de Thierry Neuville. El belga se llevaba el punto adicional y un merecido podio que le facilitará las cosas ante Mikkelsen y Hayden Paddon en el mencionado último asalto.

Para el neozelandés sería el cuarto puesto final, con las miras puestas en el rally que, de momento, considera el de su casa. Tras el abandono de Craig Breen, Citroën ponía el broche a su participación con los vetustos DS3 metiendo en los puntos a Kris Meeke -quinto- y Stéphane Lefebvre -noveno-. La sexta plaza correspondía a un Dani Sordo que no ha podido repetir las prestaciones de pruebas pasadas, en tanto que Jari-Matti Latvala, lastrado por los contratiempos mecánicos, se anotaba el séptimo puesto.

Finalmente, los pilotos de M-Sport completaban otro rally muy discreto con un Fiesta que hace tiempo llegó a su tope de evolución -aunque Tänak se empeñe en demostrar lo contrario-; Mads Østberg era octavo, cerrando Éric Camilli la zona de puntos. Si bien este continuará en el equipo el próximo año, los rumores sitúan al noruego como tercer piloto de la retornada Toyota, que ya ha confirmado a Juho Hänninen como primer espada y parece haber fijado su objetivo en otro finlandés, llámese Lappi o incluso Suninen.

Sébastien Ogier se lleva el gato al agua en Gales

Fuera de los puntos se clasificaban Mikkelsen, Lorenzo Bertelli, Quentin Gilbert (con un Citroën oficial) y Valeriy Gorban. Así las cosas, con poco ya en juego, el Mundial de Rallies se prepara para despedir la actual generación de WRC en territorio australiano, del 18 al 20 de noviembre. Mientras, las distintas formaciones ultiman los preparativos para la nueva era; las sesiones de tests se suceden ante la inminente fecha de homologación de estas nuevas monturas, llamadas a devolver al certamen el esplendor de épocas pretéritas con una mayor potencia y un aspecto más agresivo.

Clasificación

1. Sébastien Ogier - Julien Ingrassia (Volkswagen Polo R WRC) 3:14:30.2

2. Ott Tänak - Raigo Mõlder (Ford Fiesta RS WRC) +10.2

3. Thierry Neuville - Nicolas Gilsoul (Hyundai NG i20 WRC) +1:35.4

4. Hayden Paddon - John Kennard (Hyundai NG i20 WRC) +1:54.9

5. Kris Meeke - Paul Nagle (Citroën DS3 WRC) +2:35.2

6. Daniel Sordo - Marc Martí (Hyundai NG i20 WRC) +4:02.6

7. Jari-Matti Latvala - Miikka Anttila (Volkswagen Polo R WRC) +4:28.3

8. Mads Østberg - Ola Fløene (Ford Fiesta RS WRC) +4:38.3

9. Stéphane Lefebvre - Gilles de Turckheim (Citroën DS3 WRC) +7:12.2

10. Éric Camilli - Benjamin Veillas (Ford Fiesta RS WRC) +8:19.3

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